Fuerza y tradición

Te encuentras ante la fotografía titulada Fuerza y Tradición, tomada por Guillermo Infantes Domínguez el 7 de mayo de 2024 en el distrito granadino de La Chana. El autor es estudiante de Bellas Artes de la Universidad de Granada. La fotografía tiene un encuadre vertical.

Los tonos cálidos inundan la escena y los matices dorados tiñen el ambiente, evocando la suavidad de una tarde que transcurre lentamente. Entre dos edificios, una figura se aleja con un niño o niña colgado a sus espaldas. Los edificios flanquean la escena: el de la izquierda, imponente, se extiende por dos tercios del lateral de la imagen, mientras que el de la derecha ocupa un lugar más pequeño, apenas un tercio. Solo se aprecia la planta baja. Ambos parecen compartir una quietud, como si la ciudad misma se tomara un respiro en este instante.

La fachada del edificio izquierdo, de piedra beige, está dominada por un gran escaparate que captura la luz de manera sutil. Dentro, destaca un manto rojo, de flecos y flores bordadas, que se alza sobre un fondo negro, como una pieza de arte suspendida en la penumbra. La luz del interior parece ausente, y delante del manto, pegado al cristal, se percibe un cartel cuya inscripción apenas se distingue: “Encarga tus regalos para el día de la madre”. El mensaje queda incompleto, borrado en parte por la figura de la persona que, en su paso, cubre las palabras.

A la derecha, el otro edificio destaca por su esquina cubierta con losas de mármol blanco, que reflejan la luz con suavidad.

Por la calle que separa ambos edificios, desaparece la figura de una persona, acompañada de un niño o niña que lleva a cuestas. Su espalda está dirigida hacia la cámara, y su pierna izquierda, vestida con pantalones negros y deportivas del mismo tono, se asoma tras el edificio, a punto de desaparecer con un último movimiento. Su camiseta o jersey verde queda parcialmente oculto por una tela colorida, que envuelve al niño con la suavidad de una bandolera. La tela, con rayas de color marrón, rosa, naranja, azul y amarillo, recrea un estampado étnico. En su cabeza, un sombrero blanco de rafia o paja, adornado con una cinta roja y una flor blanca, complementa la imagen. En su mano izquierda, sostiene dos bolsas: una roja con rayas verticales blancas y negras, que cubre parcialmente otra de plástico blanco.

Mientras, el niño de unos dos años muestra su rostro con una mirada curiosa hacia la derecha de la imagen. Tiene la piel morena, la nariz chata, los ojos grandes y rasgados, y el pelo corto de un negro brillante. Lleva su mano derecha a la boca en un gesto infantil, mientras su pequeño cuerpo permanece envuelto en la tela colorida, aún aferrado a la espalda de quien lo lleva.

Bajo la imagen se lee un breve texto en el que el autor habla de los motivos que le llevaron a tomar esta fotografía. Dice lo siguiente:

Las diferentes culturas que cohabitan en La Chana aportan una variedad de tradiciones, lenguas y costumbres que enriquecen la vida comunitaria. Muchos habitantes luchan por acceder a recursos que les permitan prosperar, mientras que otros disfrutan de una vida más acomodada. A través de la lente de esta imagen, se puede observar cómo la cultura y la desigualdad están entrelazadas, haciendo de La Chana un lugar de resistencia y creatividad, donde la lucha por la equidad se combina con una celebración vibrante de la identidad multicultural.